Acompañado por la intendenta Roxana Fernández, Weretilneck resaltó cómo estos proyectos cambiarán la realidad de la zona, permitiendo que los jóvenes encuentren oportunidades laborales en su propia tierra. “Nuestros jóvenes se estaban yendo a otros lugares a buscar trabajo, nuestra gente solo aspiraba a una changa o a un puesto en el Estado, mientras veíamos cómo nuestra riqueza se iba a otros lados. Esto es lo que empieza a cambiar con el oleoducto Vaca Muerta Sur y la planta de GNL”, sostuvo.
El Gobernador enfatizó la importancia de generar valor agregado en la región, permitiendo que la industrialización ocurra en territorio rionegrino. “Por primera vez vamos a tener industrias que procesen nuestros recursos aquí mismo, algo que nunca se había dado en nuestro territorio”, expresó.
Además, destacó el potencial de estos desarrollos, que no solo beneficiarán a Sierra Grande, sino que posicionarán a la provincia y al país en el mapa global de la exportación de hidrocarburos. “Tener gas, petróleo y un puerto cercano para exportar al mundo es una oportunidad única”, señaló.
Weretilneck también mencionó las frustraciones y dificultades que los habitantes de Sierra Grande han vivido durante años, pero aseguró que “hay cosas que ya están pasando, como el Vaca Muerta Sur”, e instó a la comunidad a prepararse para aprovechar esta oportunidad, priorizando la capacitación local y la creación de empleo.
Finalmente, destacó que el desarrollo económico debe basarse en el crecimiento del empleo y la actividad comercial local. “La mejor solución para la provincia no es recaudar más impuestos, sino que los rionegrinos tengan trabajo y actividad económica”, afirmó, proyectando un futuro donde el Golfo se convierta en el puerto exportador de hidrocarburos más importante de Argentina y uno de los mayores de América Latina.
“Vamos hacia eso”, concluyó el Gobernador.